De mujer a mujer, no te voy a juzgar por elegir no tener hijos ni tampoco lo haré si decides tener muchos.
No te juzgo si eliges dejarlo todo para dedicarte plenamente a cuidar de tu familia ni tampoco lo voy a hacer si intentas conciliarlo todo o ni tan siquiera si otra persona cuida de tus hijos para que tú puedas crecer en el ámbito profesional.
No te juzgo si eliges dedicarte a la ingeniería pero tampoco lo voy a hacer si te dedicas a la enfermería.
No te juzgo si te acuestas con un hombre, ni con 5, ni con una o mil mujeres como tampoco lo haré si decides no hacerlo.
No te juzgo si te vistes y maquillas cada día de una forma perfecta pero tampoco lo voy a hacer si eres de chandal y deportivas.
No te juzgo si llevas escote y minifalda ni lo voy a hacer si prefieres un jersey de cuello vuelto.
No te juzgo si llevas el pelo corto, rapado, largo, teñido o con canas.
No te juzgo si te gusta beber hasta caer redonda ni lo haré si eres de las que prefieres leer delante de la chimenea.
No te juzgo si te casas o estás soltera.
No te juzgo si te gustan los coches o prefieres ir de compras.
No te juzgo si vas al gimnasio cada día o te comes tres Donuts de chocolate.
No te juzgo si te gusta la playa o la montaña.
No te juzgo si te depilas ni tampoco si te tiñes el pelo del sobaco de azul.
No te juzgo si llevas tatuado todo tu cuerpo o si prefieres una piel sin tinta.
Quieres saber por qué no te juzgo???
Porque eres libre y tomas decisiones, al igual que yo.
Porque eres capaz de aceptar las consecuencias (buenas o malas) de tus decisiones.
Porque tienes derecho a acertar y equivocarte, a cambiar de opinión y a aprender de tus errores.
Porque no quiero que nadie me juzgue a mí y hay que predicar con el ejemplo.
Porque la única persona que debería juzgarse es una misma.
Nunca dejes que nadie te diga lo que tienes que ser o hacer. Eres libre, sé libre.